Autentica paella Valenciana
Casa Carmela, donde los valencianos saben que tienen un lugar para disfrutar de, entre bastantes otras cosas, los mejores arroces y muy especialmente el plato arrocero por excelencia, la paella valenciana. Curiosamente cualquier otro arroz de la carta (excepto el de verduras) se puede preparar sobre la marcha, pero la valenciana es preparada con mimo y a la antigua usanza, sin sofrito de arroz y con el agua de la cocción en la paella como único caldo de fondo. Y con fuego de leña de naranjo, como hacen todos los arroces allí.
El resultado, todo un espectáculo en el paladar; diría que merece la pena desplazarse desde Alicante hasta allí solo por degustar esa paella. En nuestra reciente visita, bien aconsejados, tomamos no demasiado entrante, solo unos excelentes langostinos de pequeño/mediano tamaño y gran sabor perfectamente cocidos y un clásico de la casa como el “esgarrat”, ensalada típica a base de pimiento con bacalao y mojama. Y ya directos a por la ya exaltada paella servida en exagerada ración difícil de terminar si no se dispone de un “saque de campeonato”.
Para rematar, un postre casero para compartir en forma de milhojas con helado que cubrió el expediente.
Nuestra comida para dos, con todo lo mencionado más dos cervezas, dos cafés y una botella de un buen vino valenciano (Maduresa) subió a los 105 euros.
Recomendable sin duda alguna.
En Valencia, obviamente, hay bastantes sitios donde comer una buena típica paella valenciana y entre los más destacados, sin duda se encuentra este establecimiento de la playa de la Malvarrosa con casi un siglo de antigüedad (desde 1922), Casa Carmela, donde los valencianos saben que tienen un lugar para disfrutar de, entre bastantes otras cosas, los mejores arroces y muy especialmente el plato arrocero por excelencia, la paella valenciana.
Curiosamente cualquier otro arroz de la carta (excepto el de verduras) se puede preparar sobre la marcha, pero la valenciana es preparada con mimo y a la antigua usanza, sin sofrito de arroz y con el agua de la cocción en la paella como único caldo de fondo. Y con fuego de leña de naranjo, como hacen todos los arroces allí.
El local, enorme, resulta sin embargo acogedor. El servicio es muy amable y sorprendentemente rápido. Las precios, razonables y la carta de vinos ofrece bastante y bueno donde elegir.
Fuente: Toño Palacio