Cocina polaca en Madrid
Hacía bastante tiempo que no visitábamos la polonesa, un restaurante polaco cómo es fácil de entender por su nombre ofrecen comida polaca, muy casera, ya que el local es llevado por una familia qué decidió buscarse la vida en nuestro país.
Cómo nos juntamos tres familias tras el desconfinamiento (siempre cumpliendo escrupulosamente las reglas) prácticamente probamos de todo y la verdad es que todo está muy bueno y lo único que nos decepcionó un poco fue el strogonoff, que más que strogonoff me pareció un guiso de carne al estilo del goulash húngaro.
Hecha esa excepción solamente se pueden decir cosas positivas y desde mi punto de vista destacaría los embutidos y el queso por ese toque ahumado diferente y que no tenemos en España. Igualmente el plato que yo me pedí qué son los pierogi (hoja de repollo rellena de carne picada sobre una salsa de tomate) estaban muy ricos.
Yo como anduve rebañando en los platos de los demás (y ahí sí que no cumplí las reglas sanitarias) probé prácticamente todo con lo cual cuando llegamos a los postres prácticamente no tenía nada de hambre, pero mis compañeros de mesa pidieron unos cuantos postres. De lo que probé la tarta de manzana es de lo mejor y me gustó mucho volver a tomar la tarta de semillas de amapola, un sabor muy diferente es muy típico del norte y del centro de Europa.
Todo este homenaje que nos dimos, salimos a 30€ por persona con la propina ya incluida, te podrá gustar o no, pero en pocos sitios de Madrid se come tan bien por ese precio.
En resumen, una cocina muy honesta con una destacada relación calidad precio.
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La polonesa es un sitio bastante original pues abarca dentro del mismo espacio un restaurante, una cafetería y una tienda de productos de alimentación principalmente.
El comedor tiene capacidad para una veintena de personas y cuándo llegas allí te sientes como si llegarás a casa de tu abuela por la decoración tradicional que tiene; esto no quiere decir que las cosas estén en mal estado ni nada parecido simplemente tiene un aire retro.
La cocina es muy sencilla y ofrecen los platos tradicionales polacos que si no los has probado te recomendaría que lo hicieras.
La carta es bastante amplia y te aseguro que vas a poder encontrar acomodo para tu paladar y los precios son bastante razonables me imagino porque los productos básicos de la comida polaca también son bastante económicos: Remolacha, patata y cerdo.
La carta de vinos es bastante limitada al igual que sucede con la de comida los precios son bastante razonables. También puedes disfrutar de su comida con cerveza polaca.
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➕ Factura limpia: el comensal solo paga por aquello que ha pedido, sin gastos ocultos (pan, servicio, cubierto, etc)
➕ Estupenda relación calidad precio.
🗨 Muy difícil aparcar en la zona
