Del cerdo hasta los andares
Este local se abrió en los 70 por Andrés Becerro padre, como taberna con el fin de dar salida a sus jamones y embutidos que venían directamente desde La Alberca.
Ahora lo ha retomado su hijo que en el viejo almacén ha abierto un coqueto restaurante de decoración rústica pero muy cuidada, donde cada mesa esta con sus copas y sus manteles y servilletas de tela blanca.
Ofrece una carta basada en embutidos de La Alberca, productos de cerdo ibérico y platos tradicionales como sopa castellana, callos, rabo de toro, etc.
Carta de vinos bastante amplia para un sitio así pero no tiene nevera de vinos…
Precios de comida y vinos muy razonables.
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➕ Factura limpia, el comensal solo gaga aquello que ha pedido.
➕ Cocina sencilla y honesta.
➕ Un sitio tan sencillo y tiene sus manteles y servillatas de tela blanca impecables.
➖ Les falta una nevera de vino para tenerlo a la temperatura correcta.
