El tres estrellas de Levante
Por fin se pudo cumplir el objetivo de visitar Quique Dacosta, el emblemático personaje qué es la cabeza más visible de la gastronomía de la Comunidad Valenciana y casi me atrevería decir de la costa levantina.
De nuevo y gracias a Toño Palacio y su grupo Alicante ¿hablamos de restaurantes? nos dirigimos al conocido restaurante ubicado en Dénia. Allí nos dejó el autobús en el que íbamos la mayoría de los comensales, unas 50 personas.
Te reciben con una sonrisa enorme a cargo del maestro de ceremonias Didier Fertilati que nos muestra el comedor donde estaremos ubicados. Por grupos más reducidos nos dan una vuelta por las cocinas y nos presenta al personal que trabaja allí y la verdad es que es verdaderamente sorprendente ver la cantidad de personas dedicadas en satisfacer a los clientes en un restaurante de esta categoría.
─ La nota de esta comida fue de 185€ por persona todo incluido.
Ahora mismo Quique Dacosta solo ofrece un menú que denomina DNA y qué se divide en cinco actos y por tanto está reseña se adaptará a dicha estructura.
Como suelo hacer en estas ocasiones no hago una descripción exhaustiva de los platos para no ser excesivamente pesado. Remito al lector a las distintas fotografías pero si índico aquellos que más me gustaron o sorprendieron durante la comida, que marco con un *. Creo innecesario señalar que todos los platos estuvieron a un grandísimo nivel y que le hecho de marcar unos u otros, simplemente es mi gusto personal.
─ Sopa de guindillas ahumadas. *. Excelente. No encontré los toques ahumados, pero ese sabor de la piparra con su acidez me encantó.
─ Ali i pebre de Clochinas.
─ Calabaza de Benaguasil fermentada en su jugo, con cangrejo Bola.
─ Tradicional tómate seco “aplastao”. *. Una pasada, casi diría un milagro lo que se puede hacer con unos “modestos” tomates.
─ Pez limón.
─ Rape en escabeche con fenoil marí. *. Es el hígado y el rape escabechado. Me gusto el plato pero sobre todo me sorprendió la combinación con el cóctel que sirven con el plato. Magnífico en su conjunto.
─ Plato ( x 0€). Correcto. Bueno. Muy bueno. Excelente. Excepcional. .
─ Cubalibre de foie gras con escarcha de limón y rúcula. *. Excepcional, no hay palabras para describirlo.
─ Anguila de la albufera a la llama con emulsión al jengibre maduro. Para mi gusto sabores demasiado potentes.
─ Huevo y pata de gallina. Otra pasada de plato, no solo es valorar el esfuerzo de confeccionarlo, sino el sabor que tiene después.
─ Arroz de coliflor, mollejas de oveja Guirra y boletus. Magnífico. Yo creía que Quique era valenciano y pensé “pues para ser valenciano no se le dan mal los arroces” ….después me dijeron que era extremeño, así que ¡chapeau!
─ Piedra de miel de azahar, almendras y romero.
─ Canela en rama – ciruelas pasas – Pétalos de rosa, cóctel de manzana de oro
Remito al lector al reportaje fotográfico para que examine y valore el maridaje que nos ofrecieron. A mí todos los vinos me gustaron bastante y creo que la combinación con los platos también fue muy buena.
🗨 Platos: el tomate y el cubalibre de foie.
🗨 Didier Ferlati parecía estar en todas partes al mismo tiempo, dando explicaciones y respondiendo a las preguntas de los comensales, siempre con una sonrisa.
🗨 Los vinos acompañaron genial, pero lo que más me alucino fue el cóctel que sirvieron con el rape.
El menú esta distribuido en seis actos. El primero se componía de:
Sopa de guindillas asadas,que era suave al paladar y nada picante.
All i pebre de clochinas, que tenía un toque acertado de picante.
Calabaza de Benaguasil fermentada en su jugo, con cangrejo bola, que quizás fue el plato que más nos sorprendió de forma grata por su textura y sabor.
Acompañamos este primer acto con un cava gran reserva brut nature 2008 Recaredo subt
El entorno del restaurante Quique Dacosta es muy agradable, de color principalmente blanco, minimalista, con todos los detalles cuidados. El comedor no es especialmente grande pero la separación entre las mesas es lo suficientemente buena.
En el momento de escribir estas líneas (2018) Quique Dacosta únicamente ofrece un menú de 210 € más la posibilidad de hacer un maridaje por 99€; es obvio que para la persona que viene aquí el precio es secundario y lo que busca es la experiencia gastronómica que se le puede ofrecer. En mi opinión, al igual que me ha pasado en los restaurantes de esta categoría que he estado, no me arrepiento para nada de haber ido, pero también es cierto que los platos fueron menos sorprendentes de lo que uno espera por el precio y sobre todo por el prestigio del cocinero.
Si hablamos de coste, la factura final para mí supone un esfuerzo económico bastante importante, por lo que pasará bastante tiempo antes de poder repetir, por que si que me gustaría repetir!.
Excelente atención por parte de todo el personal para que salgas perfectamente satisfecho.