Debo reconocer que nunca he estado en una quedada de food truck y no por reticencia o duda de ningún tipo, si no por que cuando he tenido la ocasión he tenido algún lío …. No obstante cuando todo el mundo habla bien de algo me gusta escuchar voces discordantes y cuando estas vienen de algún personaje admirado, es para poner más atención.
El artículo original lo podéis encontrar en el comidista Artículo original.
Como se que hay mucho perezoso hasta para hacer clic en un link ahi van algunas de las frases que mas me han llamado la atención:
En nuestro país, el furor se desata a mediados de 2013 y lo hace con todas las características de una burbuja gastronómica. Sin orden ni concierto pero con exceso de moderneo e intrusismo. Somos así de chulos, lo que ha tardado casi 150 años en arraigar en la cultura gastronómica popular de Estados Unidos aquí lo asimilamos en año y medio.
No lo negaré, mi experiencia con los food trucks es bastante negativa. Salvo excepciones contadas con los dedos de una mano ha consistido en convocatorias con el aforo sobrepasado y comida simplona, mal cocinada y subida de precio. ¿Podría achacarse a la falta de profesionalidad de los organizadores y de algunos propietarios de food trucks?.
“Hay caravanas a partir de 1.000€, pero no permiten trabajar bien. Un food truck debe tener en su interior cámaras frigoríficas, agua y todo lo necesario para servir al cliente en condiciones higiénicas”, dice Vincenzo Cavallaro, propietario de Na Madrona Prepara la Pasta, un auténtico food truck en el que ha invertido más de 80.000€…
(Las concentraciones) … se han convertido en “campos de concentración para foodies” que pueden hacer colas de una hora para hacerse con una ración de fideos tailandeses reguleros. Otro punto negativo: el interés por tener un público cautivo en un recinto cerrado seguirá vivo mientras haya marcas y organizadores que saquen tajada de ello.
No puedo emitir opinión, como estandarte del postureo, la próxima vez que se presente una ocasión me lanzaré a comer un bocata de calidad discutible en un lugar incómodo, pero los que somos “fashion victims” tenemos un precio que pagar, pero lo que es cierto es que tan pronto como participe os contaré mi experiencia.
El artículo original lo podéis encontrar en el comidista Artículo original.