¿Quién no ha caído en la tentación de darle 5 estrellas a todo lo que ve en internet? Desde la última serie de Netflix hasta el restaurante de la esquina pasando por el hotel de nuestras últimas vacaciones, parece que todo merece la máxima puntuación. Pero, ¿es esto realmente útil? ¿Estamos siendo honestos con nuestras opiniones o simplemente nos hemos convertido en unos entusiastas empedernidos de la tecla “5”?
Hace no mucho, las estrellas eran nuestras guías en la jungla digital. ¿Quieres saber si un restaurante merece una visita o si una película vale la pena? Las estrellas estaban allí para salvarnos, ayudándonos a distinguir lo muy bueno de lo excelente o lo bueno de lo muy bueno. Pero, algo cambió en el camino. De repente, todo el mundo decidió que 5 estrellas es la norma, y ahora las estrellas son como el azúcar en una dieta: ¡está por todas partes y no hay forma de evitarla!
¿Cómo llegamos aquí?
El motivo de este ladrillo está en una web que visité, donde aparecía lo siguiente
Es decir, en simplemente una décima, pasamos de bueno a excelente y en tres décimas de un simple aceptable a la excelencia. Realmente si quitamos el primer dígito, nos quedaría una puntuación de 56, 79 y 89 que se ajusta mucho más a la realidad, ¡es decir que tenemos que recalcular los cálculos!
Las razones que veo que nos han traído hasta aquí se pueden enumerar.
Miedo al conflicto: Nadie quiere ser “el villano” que rompe la ilusión perfecta. Tal vez esa cafetería no hizo el mejor café, pero te sonrieron y tuvieron la amabilidad de darte un vaso de agua sin preguntar. ¿Quién quiere ser la persona que les da 3 estrellas por un café tibio?.
La presión social: Vivimos en una era de gratificaciones instantáneas y validación social. Cuando todos a tu alrededor están repartiendo 5 estrellas como si fueran caramelos, es fácil sentir que debes hacer lo mismo para no parecer el “aguafiestas” del grupo. Además, ¿quién quiere enfrentarse a los comentarios de “¿Por qué solo 4 estrellas? ¿Qué pasó?”.
Falta de diferenciación: Para muchos, 5 estrellas se han convertido en el “todo está bien”. Sin embargo, esto diluye la capacidad de distinguir entre lo simplemente bueno y lo verdaderamente destacable. Como si todas las notas en el colegio fueran ‘sobresalientes’ solo por asistir a clase.
Las Consecuencias
La dificultad para mejorar: Estamos creando un mundo en el que solo existe lo excelente o lo desastroso, eliminando los matices y la posibilidad de mejorar. Esta dicotomía entre lo perfecto y lo terrible ignora el enorme espacio intermedio donde la mayoría de las cosas realmente existen, recordemos la campana de Gauss que estudiamos en el instituto. En este entorno, las críticas constructivas se convierten en una especie en peligro de extinción. Sin una retroalimentación honesta y equilibrada, tanto los consumidores como los creadores pierden la oportunidad de aprender y mejorar.
Desinformación: Cuando todo tiene 5 estrellas, ¿cómo distinguimos un diamante en bruto de un pedazo de carbón brillante? Las estrellas deberían guiarnos, no confundirnos más.
¿Qué podemos hacer?
La próxima vez que quieras calificar algo, piensa en la experiencia completa. ¿Fue realmente increíble o solo “bien”? No temas dar 3 o 4 estrellas si eso es lo que sientes. No estás destruyendo un negocio ni arruinando una reputación; estás ayudando a otros a tomar decisiones informadas y a los negocios a mejorar. Pero tampoco escribas desde el enfado, no des 1 estrella simplemente porque el café tardó un poco más de lo esperado o hubo un error en la cuenta, todos somos humanos y todos nos equivocamos, se exigente pero comprensivo.
Así que, hagamos un pacto, ¿de acuerdo? La próxima vez que pienses en dar 5 estrellas solo porque “es lo que se espera”, toma un momento, respira y sé honesto. Devuélvele el poder a las estrellas para que vuelvan a brillar en la oscuridad de nuestras dudas digitales.
Nota sobre las valoraciones en la web de loscomensales.es
Por todo lo anterior, en esta web hemos intentado mantener a lo largo del tiempo unos criterios coherentes, por tanto, un restaurante con 3 estrellas es un sitio correcto, en la media, donde se puede ir a comer tranquilamente y pagarás conforme a lo recibido. No puedes esperar tener un Mercedes clase S pagando lo que cuesta un Fiat 500, pero eso no significa que el Fiat 500 no sea el coche más adecuado para ti y tus circunstancias.
En cualquier caso, tenga 3, 4 o 5 estrellas, apostaría que es un sitio donde vas a comer bien, mi objetivo es que salgas satisfecho y si has leído la descripción verás que lo vivido se ajusta a las expectativas.
2 Comments
Muchas gracias por tu comentario Isaac. Me gusta mucho tu planteamiento, es decir, tenemos vidas grises, pero no queremos aceptar que sean así y, por tanto, cualquier experiencia la sobrevaloramos de manera que parezca algo excepcional, algo que va en contra no solo de la campana de Gauss sino también del sentido común.
Lo que dices encaja con lo que se ve habitualmente en las redes sociales, personas que parecen llevar unas vidas completamente plenas y dichosas si las miras a través de las fotos que publican, pero que cuando las conoces, son vidas que tienen sus luces, pero también sus sombras, como es normal.
Podemos culpar a la sociedad actual o a las redes sociales, pero no es menos cierto que el intentar aparentar algo que uno no es, es tan viejo como el hombre.
Totalmente de acuerdo. Puede que sea un reflejo del creciente extremismo de la sociedad. Todo es blanco o negro, excelente o deplorable, no hay grises ni términos medios. O quizá de su también creciente mediocridad. Intentando huir de ésta, tendemos a calificar nuestras experiencias como magníficas. Aunque, en realidad, en su mayor parte tan solo sean mediocres. Como es normal, por otra parte.